(Ensayo publicado en la revista futboldepiesacabeza.com.ar)
“Boca es
espectáculo: nuestra competencia es Disney o el teatro”.
1- El fútbol como marca global
Las siguientes líneas son
el intento de un hincha de Boca de pensar una respuesta a la siguiente
pregunta: ¿Qué significa que Boca sea una marca? En la campaña Angelici hizo
varias promesas: una de las más escuchadas fue la de meter mucho trabajo al área
de marketing y hacer resurgir la Marca Boca.
Vale recordar que esta idea de marca no es nueva y se rastrean sus inicios en
la era Macri de la mano de Orlando Salvestrini, con giras, bares temáticos, merchandising
diverso, y un fideicomiso que cotizaba en bolsa. Los ingresos comerciales aportaron
en el balance julio 2011-julio 2012 la tercera pata de las arcas del club con
el 24%; la segunda es el cobro de cuotas sociales con el 24%; la primera es la
venta de jugadores y derechos televisivos. Se busca que el ingreso comercial,
siguiendo los ejemplos del mundo, sea el primero.
La pasión es un nicho de
mercado. No hace falta explicar lo que es el fútbol para muchos de nosotros,
como en varias partes del mundo. Los clubes deciden volverse marca como forma
de hacerse conocidos y ganar en recursos. Es una estrategia comercial. Los
equipos no quedan afuera de una banalización de la vida en tanto nuestras
experiencias, afectos, memorias, artefactos, ingresan a una esfera mercantil. Hablamos
de una situación global: El Manchester, Juventus, Madrid y Barsa son el
paradigma mundial de clubes-marca. Boca intenta colarse en este olimpo, o por
lo menos, ser el más importante de América Latina.