miércoles, 20 de junio de 2012


West Riders: una forma de domar el vértigo

El sentido de este texto es como un grupo de pibes de Ciudadela, Villa Sarmiento y zonas aledañas se apropian de un espacio urbano como un puente. Hablamos de West Riders. Experiencia que nos arroja una manojo de señales y guiños como para pensarnos en nuestro recorrido urbano. Cristian que es un alumno mío hizo un laburo sobre su participación en esta movida y me interesó conocerla y armar un intercambio con ellos, que también comparto con quienes quieran leerlo.

1-  Un poco de historia.


   En el límite entre Ramos Mejía y Villa Sarmiento hay un puente arriba de la autopista que une con el hospital Posadas. Puente de dos carriles, uno baja y otro sube. Uno de ellos desemboca en una rotonda que a su vez se abre en colectora y en una calle que desemboca en el centro de Ramos. Desde hace 5 años se vienen juntando un grupo de pibes. Practican el Longboard. Hay gente de todas las edades: de guachines de 12, 13 años, hasta tipos de 40 o 50, pero la mayor cantidad son pibes de 18, 19, 20 años. Si bien van un par de chicas, la mayoría son hombres. Calculan que son 300. Y vienen de todos lados: Ituzaingo, Castelar, Palomar, Caseros, Haedo, Ramos, pero más que nada, Ciudadela. Pero no solo se juntan a practicar deporte, sino que forman un grupo. Su nombre es West Riders (con la bajada Point the Death). Antes había otro grupo que se llamaba Old School. Ellos transitaban el puente pero no hacían Longboard como tampoco dejaban hacer nada a los demás. Bajo el liderazgo de un flaco llamado Tomás Peralta, un grupo de pibes descontentos que frecuentaban el puente lo recuperaron. Desde ahí, hace 5 años, el lugar es utilizado por ese grupo de la misma manera hasta hoy. Luego de se momento fundacional, se bautizaron. El nombre lo discutieron bastante. Decidieron que tenga que ver algo con el oeste. En la zona cuando se habla del puente, se le dice “el puente donde juegan los chicos”.